viernes, 18 de febrero de 2011

La UNT por una ruta crítica de acciones en defensa de los trabajadores

Pleno UNT 16 feb. 2011

Armando Altamira G.

"Lo de las colegiaturas deducibles de impuestos me parece bien. Es una decisión que, aunque atrasada y limitada, tiene que ser bienvenida porque beneficia a un número importante de familias. Y sin lugar a dudas es una medida que tiene que extenderse todavía y llevarla a un sector más amplio, como la disminución del impuesto al valor agregado. Esa es la fórmula para poder reactivar la producción y el desarrollo del país. Las grandes potencias económicas, como Estados Unidos, en casos extremos disminuyen las tasas impositivas para permitir una recuperación en las familias. Eso en México permitiría sacar al país adelante."
Lo anterior fue dicho en conferencia de prensa durante el pleno de la Unión Nacional de los Trabajadores del 16 de febrero por Agustín Rodríguez Fuentes. El lider del STUNAM también declaró que se está discutiendo una ruta crítica que vaya muy particularmente a contrarrestar cualquier posible lesión laboral  de los trabajadores, la cual podría darse con esta famosa reforma  del gobierno.

"En el momento que la den a conocer estaremos iniciando el Plan de Acción. Esto significa que debe haber la convicción de los trabajadores para defender, inclusive con la suspensión de actividades, los intereses de la clase obrera. Lo estamos discutiendo con los sindicatos para que se pueda sensibilizar a la gente. No es posible dejar una herencia a nuestros hijos y nietos si no damos una pelea fuerte para evitar esta agresión al pueblo.", agregó Rodríguez Fuentes.

El presidente colegiado de la UNT manifestó que "No es cierto que la Ley Federal del Trabajo actual impida generar una mayor competitividad entre las empresas que ayuden al desarrollo económico del país. Creemos que lo que se pretende con los proyectos que hay en el PRI y en el PAN va en la orientación de limitar todavía más el derecho laboral y brindar condiciones más favorables al capital para la explotación de los trabajadores."

"Lo que habría que contemplar en la Ley Federal del Trabajo es que exista la obligación para que los trabajadores puedan elegir  a sus representantes a través del voto universal, directo y secreto; esto no sucede en el 95 por ciento de las organizaciones. Estamos hablando de la democratización de los sindicatos. Y también que los patrones no incidan  en la vida de las organizaciones, pues ello no sirve a los trabajadores  porque genera un conflicto intergremial a favor de algún sector del gobierno", puntualizó. 

Además de lo anterior, Agustín Rodríguez mencionó que se requiere garantizar  que el reparto de utilidades se cumpla de manera equitativa. "Siempre escuchamos manifestaciones de que no se genera riqueza, y por lo tanto hay pérdidas, lo cual no es cierto. Esto es algo que nos interesa que se corrija."

Otro aspecto que se abordó es que reactiven la planta productiva a partir del mercado interno. ¿Que si sirvieron de algo las movilizaciones que se han generado por parte de la Unión Nacional de los Trabajadores y demás organizaciones obreras, campesinas y sociales? Por supuesto y vemos, por ejemplo, que en un año de movilizarnos el SME obtuvo su legitimo  reconocimiento. Falta recuperar su fuente de trabajo, pero si no fuera por la presión de la clase obrera el gobierno no hace caso.

Marchan trabajadores en demanda de justicia por Pasta de Conchos

Patricia Muñoz
Publicado el 17/02/2011 13:43, en La Jornada en internet

México, DF. Trabajadores de diversas centrales obreras como la Unión Nacional de Trabajadores y del Frente Auténtico del Trabajo, encabezado por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), realizaron esta mañana una marcha del Ángel de la Independencia a las oficinas centrales de Grupo México, para demandar justicia para los deudos de los 65 mineros fallecidos en la mina de Pasta de Conchos.

Los secretarios del exterior del SME, Fernando Amezcua y del STUNAM, Carlos Galindo, señalaron que el gobierno de Felipe Calderón ha sido de “agravios” para la clase trabajadora que ha dejado expedientes abiertos en diversos sectores y ha mandado a la calle y quitado contratos colectivos y prestaciones a las organizaciones democráticas.

Los saldos de la UNAM con sus académicos

Joel Ortega Juárez
2011-01-29•Acentos

El próximo 1 de febrero deberá firmarse la revisión del Contrato Colectivo entre la UNAM y la Aapaunam (Asociación Autónoma del Personal Académico de la UNAM). Esta firma se ha convertido en una fecha más del calendario. La titularidad del Contrato Colectivo la tiene la Aapaunam gracias a que “ganó” el recuento los días 13 y 14 de noviembre de 1980, hace un poco más de 30 años, por un estrecho margen: STUNAM 6,582 y Aapaunam 7,316 votos, respectivamente.

Esa “victoria”, conseguida con los peores hábitos del priato, tiene consecuencias negativas para los académicos y los jóvenes egresados de la UNAM. El más grave es que más de 80% del personal académico de la UNAM es interino. Puede ocurrir que profesores con 10, 20, 30 o incluso 50 años de impartir clases sean interinos. Este dato haría enrojecer de vergüenza al más fanático defensor del neoliberalismo laboral. Otro blasón del “Consenso de Washington” está presente en el hecho de que un poco más de 67% de los académicos de la misma UNAM son profesores de asignatura. Es decir, no tienen ni tiempo completo ni medio tiempo. Existe un tercer factor perverso en las condiciones laborales de los trabajadores intelectuales de todas las universidades públicas, incluido el Politécnico. Se trata de los salarios. En este asunto hay una suerte de ingreso “apuntado en el hielo”. Me trato de explicar.

Los salarios tabulares de los académicos, en casi todas las universidades públicas, corresponden a 80 o 100 pesos por hora clase. Los profesores o investigadores de Tiempo Completo de la categoría media, Asociado C, obtienen 12,542 pesos mensualmente. Algunos de los profesores e investigadores de tiempo completo tienen estímulos o becas que pueden triplicar el salario tabular y una pequeña élite son miembros del Sistema Nacional de Investigación, con lo cual pueden obtener ingresos mayores. La mayoría de los académicos no se jubila porque lo haría con una pensión de tres a cinco veces inferior a su ingreso en activo. Ese factor hace que la planta académica tenga un envejecimiento grande y al mismo tiempo impide su renovación por los jóvenes, aunque éstos tengan maestrías y doctorados. Como la “contabilidad” de los ingresos está apuntada en el hielo, a la hora del retiro o la muerte simplemente no se abona al trabajador o sus familiares.

La UNAM como institución tiene un saldo negativo con sus trabajadores intelectuales. Tiene también una enorme deuda con sus egresados.
joeloj7168@yahoo.com.mx