Antonio Muñoz
La Feria Internacional del Libro (FIL) del Palacio de Minería, en su XXXII edición, mantiene el objetivo principal que le dio razón de ser: dar a conocer a la sociedad y a la comunidad universitaria el desarrollo de la industria editorial mexicana y sus novedades.
La Feria Internacional del Libro (FIL) del Palacio de Minería, en su XXXII edición, mantiene el objetivo principal que le dio razón de ser: dar a conocer a la sociedad y a la comunidad universitaria el desarrollo de la industria editorial mexicana y sus novedades.
La sede -el Palacio de Minería-, monumento del siglo XVIII ubicado en el centro de la Ciudad de México, realizado por el arquitecto y escultor Manuel Tolsá, ayudan a dar un ambiente de feria del libro, aunado a que las más importantes editoriales ofrecen al público asistente novedades, charlas y gran variedad de ofertas que ayudan al bolsillo de los lectores.
Importancia relevante merece el programa cultural, que puede ser comparable con cualquiera de las mayores ferias del libro del mundo. Para esta edición de la FIL el invitado especial fue el Estado de México, que además de dar a conocer su actividad editorial en su stand, mostró artesanía en barro de Metepec, como el árbol de la vida, vasijas y representaciones de animales con colorido y terminado propio de los artesanos de ese municipio. La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México a través de la Facultad de Ingeniería, contó con el apoyo de importantes dependencias universitarias, de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, así como del Gobierno de la Ciudad de México.
En las actividades de la FIL la ciencia ocupa un lugar importante, por lo que durante el tiempo que duró el evento se desarrollaron mesas redondas que abordaban en tema de los productos transgénicos, los cuales son el resultado de la investigación en biotecnología. El tema -por demás polémico- fue elegido considerando que esta disciplina está inmersa en varias controversias debido a que manipula genéticamente a varias especies de flora y fauna durante sus investigaciones.
La biotecnología -ligada a los conocimientos de la biología, la genética, la física, la química- crea productos con base en organismos vivos y otros compuestos orgánicos. Lo orgánico de estos productos ayuda a resolver problemáticas actuales sin dañar el medio ambiente y desalienta el uso de sustancias tóxicas que repercuten en los recursos naturales. La búsqueda de soluciones a problemas de producción agrícola, como las pérdidas de cosechas, producciones escazas y el uso indiscriminado de sustancias tóxicas como pesticidas, busca hacer más rentable la producción, reducir gastos de producción y disminuir la problemática ambiental actual en la tierra.
La biotecnología busca alejar el uso de sustancias nocivas, y para esto desarrolla insecticidas que en su composición contienen derivados de plantas. También existen los basados en hongos, virus o bacterias que infectan al insecto y se reproducen en él hasta que muere. Así mismo, pueden manipular genéticamente a las plantas y colocarles genes de otras especies que sean más resistentes a las plagas.