Alejandra
Gachuz León, texto y fotos.- Tras haber logrado dar frutos reconocidosen
el quehacer que es la procuración de la salud del sector estudiantil: día a
día, saber que poner un grano de arena para para lograr cualitativamente una
mejora en las necesidades de salud de toda la comunidad universitaria, son
expresiones cargadas de emoción de la doctora Auria de La Paz Pérez y Olvera,
quien recientemente fue reconocida por la organización sindical y sus
compañeros de labores de la Dirección General de Servicios Médicos por sus 50
años de servicio en la UNAM.
Su
trayectoria laboral la comparte en esta entrevista, quien en opinión de sus
compañeros cercanos es una gran mujer
dedicada a servir en su trabajo, feliz y orgullosamente. Temprano por
la mañana arriba a su centro laboral con
el firme propósito de empezar con el pie derecho; es así que nos dice la
doctora Pérez que su vida de servicios inició a la edad de 25 años, recuerda
que las necesidades propias de un hogar la llevaron a trabajar y poniendo un poco de más esfuerzo
en seguir estudiando para otorgar un
futuro de beneficios a sus dos bebés.
Su ingreso
a la UNAM le trae recuerdo de quien era el rector en turno, el doctor Ignacio Chávez, y en el puesto de ayudante de profesor seguía estudiando ya que
cursaba en ese tiempo su segundo año de medicina.
Recuerda
cómo fue avanzando poco a poco dentro de la Universidad, sus luchas por
defender las condiciones justas de los trabajadores, lo cual le trajo como
represalia que fuera suspendida por un
año. Afortunadamente, la lucha en ese momento del STEUNAM, que le brindó un
apoyo amplio y con la determinación del
Secretario General en ese momento,
Evaristo Pérez Arreola, pudo resolver su conflicto laboral.
Refiere
que las condiciones de los trabajadores siempre han sido difícil, pero con los
nuevos gobiernos neoliberales la vidade los trabajadores se ha visto muy dañada,
pues olvidaron "servir al pueblo: se sirven del pueblo".
Parece que
fue ayer cuando entré a trabajar a la Universidad, comenta la doctora; nos dice
que todas las experiencias y vivencias han sido significativas para ella. Ver
cómo ha progresado y crecido el sindicato, el cual ha dado ya numerosos
beneficios a sus trabajadores y menciona al ingeniero Agustín Rodríguez Fuentes
como uno de los pilares fundamentales para haber obtenido estos
beneficios.
Asegura
que a pesar de que ella da atención a alumnos y emergencias a trabajadores,
concuerda que la petición del sindicato de un Hospital Universitario sería de
gran ayuda para brindar una mejor atención a la comunidad del alma mater.
Recomienda
a las nuevas generaciones amar, cuidar y aprender de su sindicato que no toda
la lucha es por un bienestar personal: se debe buscar siempre la mejora de toda
la clase trabajadora.