lunes, 8 de abril de 2013

Los acontecimientos del CCH

Antonio Muñoz M., texto y fotos.- En la Antigua Escuela de Medicina sesionó el Consejo Universitario, el pasado 21 de marzo. Consideró, entre otros puntos, la protesta como consejeros universitarios del arquitecto Marcos Mazari, los doctores Gloria Villegas Moreno y Alejandro Salcedo, designados por la Junta de Gobierno como directores de las facultades de Arquitectura, Filosofía y Letras y de Estudios Superiores Acatlán.
      En el tema de la Cuenta Anual 2012, Martha Villavicencio, Consejera Propietaria del personal administrativo, precisó, que la aprobación de la Cuenta Anual de la UNAM amerita ser votada, pues refleja tres aspectos fundamentales para la vida universitaria: gasto en Infraestructura, incremento de la matrícula e incremento de carreras. Dijo que se puede observar un incremento sostenido que refleja una decidida voluntad para su apoyo, lo cual demuestra clara y suficientemente el desarrollo y progreso de la Universidad.

Martha Villavicencio, representante de los trabajadores administrativos
durante su intervención en el Consejo Universitario
Estimó importante resaltar, por lo que hace al buen uso de los recursos financieros de la Universidad, que el auditor externo haya emitido su opinión favorable, sin salvedad, pues esto indica la total claridad en el ejercicio de los mencionados recursos. El Consejo Universitario  aprobó, por unanimidad, la Cuenta Anual 2012, que   detalla la situación financiera y de ingresos, gastos e inversiones de esta casa de estudios.
     En el punto de asuntos generales, y al discutir los acontecimientos que han afectado a la Escuela de Ciencias y Humanidades a partir del 1 de febrero, la Consejera Martha Villavicencio dio a conocer el  documento aprobado por el Consejo General de Representantes en su sesión del 21 de febrero, en el que saluda que el diálogo sea la base de la solución a los conflictos en la UNAM.
     Se recuerda que por haber cumplido con sus obligaciones de pedir identificaciones para acceder a las instalaciones del CCH Naucalpan, derivadas de acuerdos que tomó la Comisión Local de Seguridad de ese centro de estudios, como producto de estos hechos fueron brutalmente agredidos con bombas molotov y palos 12 trabajadores universitarios.
     Al respecto, de manera contundente rechazamos la violencia provenga de donde provenga, ya que como uno de nuestros principios sindicales hemos sido partidarios de darle solución a los conflictos a través de las vías pacíficas, anteponiendo el diálogo y la negociación.
     En todo momento hemos sido respetuosos de la legítima demanda que vienen promoviendo los alumnos, desde el movimiento estudiantil, referente a lograr que se institucionalice un plan de estudios ampliamente consensado que fortalezca, desarrolle y brinde mejores niveles académicos a los CCH, y así se arribe a fortalecer el proyecto que dio origen a este sistema de educación media superior.
     En torno a la violencia que desataron golpeadores ajenos al CCH Naucalpan, exigimos se realice una investigación plena y a fondo de los hechos y se deslinden las responsabilidades de los estudiantes y de la gente ajena a la UNAM; que estos últimos agredieron físicamente a nuestros compañeros, y en función de ello con todo rigor se aplique la ley.

En la sesión del Consejo Universitario
Ante las agresiones que pretenden desprestigiar a nuestra Máxima Casa de Estudios, manifestamos la defensa plena de la Universidad Nacional Autónoma de México como Institución de carácter público, gratuito y laico; hacemos un llamado para que se denuncien y combatan las acechanzas que existen contra la UNAM, provengan de dentro o fuera de la misma; no podemos permitir que se ponga en riesgo este patrimonio educativo que es de todos los mexicanos.
     El Consejo Universitario aprobó elaborar su posición ante estos hechos, por lo que se creó una comisión para elaborar un documento a la opinión pública y a la comunidad universitaria, donde se planteó rechazar la utilización de cualquier forma de violencia como medio para dirimir diferencias; apoyar decididamente la determinación de ampliar el canal de comunicación, para analizar y acordar los cambios necesarios en el plan y los programas de estudio, sin trastocar los principios vigentes, que dieron origen al CCH.
     En especial, en este proceso se deberá promover la más extensa participación de profesores y estudiantes; señalar que las conductas violentas, contrarias a los principios universitarios, deberán ser analizadas y resueltas en definitiva por las autoridades competentes, y que de ninguna manera deben permanecer sin la sanción que en su caso corresponda; y, expresar su solidaridad y apoyo a las autoridades universitarias por la sensibilidad y firmeza con la que se ha manejado una situación delicada que afecta no sólo al Colegio sino a la casa de estudios.