viernes, 10 de octubre de 2014

Desplegado publicado en la Jornada el día 10 de octubre de 2014



Por un México donde imperen la igualdad y la justicia

A la opinión publica
A los trabajadores
Nuestro país continúa inmerso en una crisis económica y política de grandes dimensiones, la cual se manifiesta de modo muy palpable y directo en la enorme desigualdad social que ha producido. Por ello, México se ha colocado ahora como uno de los países de mayor desigualdad en América Latina. Como resultado de esto, se han generado crecientes tasas de desempleo, ambientes de violencia extrema y un insuficiente crecimiento de la economía, lo que impide el esperar mejores perspectivas para la gran mayoría de los mexicanos y en especial de las nuevas generaciones.
            Esa desigualdad se puede medir en los cada vez más bajos ingresos que obtienen las familias mexicanas. Desde la década de los 70 del pasado siglo, los ingresos económicos de la gran mayoría de los mexicanos ya no provienen del trabajo formal, sino de la informalidad, de las remesas que mandan los connacionales y hasta de actividades fuera de la ley. Asimismo, se ha mantenido a la baja el poder adquisitivo del salario mínimo en un 76% y en un 68% el contractual. 
                Es igualmente necesario señalar que las llamadas reformas estructurales, tan sólo en los casos de lo laboral y lo fiscal, han ejercido un efecto directo para hacer más desigual a nuestro país, debido a que los ingresos gubernamentales se siguen sustentando en recaudaciones provenientes principalmente de los trabajadores y las clases medias, en la eliminación de subsidios al salario y en el incremento de los precios de los energéticos, como la luz, los combustibles y otros satisfactores; y en el ámbito laboral, porque se han permitido aplicar disminuciones en las prestaciones de varios contratos colectivos tan importantes como los de Pemex, CFE e IMSS, y el reclutamiento de trabajadores jóvenes por la vía del outsourcing y la contratación temporal, lo que ha dado pie a que ingresen al mercado de trabajo con una carencia o disminución de prestaciones laborales.
            Las expectativas que nos presentan son poco halagüeñas, ya que si el país continua creciendo a tasas que no superan al 2%, los problemas estructurales no tendrán solución y por el contrario, se agravarán. Al respecto, nuestra organización sindical, ha insistido de manera reiterada que es preciso cambiar el rumbo de la economía, a través de planteamientos y propuestas propias que salgan y se discutan por los propios mexicanos, y no a través de recetas importadas del extranjero, las cuales solamente han atendido a los intereses de los monopolios y han pasado por alto el respeto a la soberanía y a los intereses de las mayorías.
            Los problemas que padece nuestro país no sólo corresponden a la economía, sino que también han impactado en la política y en la convivencia social pacifica, a grado tal que con violencia se han dirimido varios de éstos, observando situaciones extremas como los sucesos de Tlatlaya y el más reciente perpetrado contra estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. Todo esto rodeado de un descrédito de la política, propiciado por malos manejos en las funciones del Estado, a través de la corrupción y la impunidad con que se ha actuado. De la misma manera repudiamos la violencia y las agresiones que ha sufrido la UNAM, con el lanzamiento de bombas molotov en contra de su fachada principal y la destrucción de varios automóviles que se dio en días pasados.
            Nuestro país cada día está perdiendo su rumbo económico y social, y para poder encausarlo se requiere de un diálogo social verdadero, a través del cual todos los componentes del Estado y las organizaciones de la sociedad civil, puedan discutir y acordar los pasos necesarios para lograr una patria justa, equitativa y solidaria; una nación donde los ciudadanos, velen por los temas nacionales y por los intereses mayoritarios de los mexicanos, y no de unos cuantos, como hasta ahora ha venido sucediendo, aprovechándose del esfuerzo de las mayorías para acumular insultantes riquezas.
            Por otro lado, México está catalogado como una nación megadiversa, colocado en el quinto lugar del mundo, o sea que posee casi el 10% del total de los recursos naturales de la Tierra. Al respecto, a últimas fechas han sido impactantes las formas depredadoras en que vienen  siendo explotados esos recursos, a través de la minería a cielo abierto, la tala inmoderada de vegetación madura por la construcción de infraestructura, la contaminación recurrente de los mantos freáticos, el excesivo cambio en el uso del suelo, todo ello debido a una grave falta de planeación y lo que en verdad se ha visto es que esto está impactando seriamente a los ecosistemas, haciéndolos infértiles y no aptos para la producción agrícola. Debemos impulsar una política gubernamental en favor del equilibrio ecológico en el país, fomentando el desarrollo de un modelo de producción sustentable.
            Lo anteriormente expuesto y otros fenómenos más, que en otros momentos ya hemos expresado, han colocado a nuestro país en un nivel de extrema incertidumbre, padeciendo injusticias y bajos ingresos para la mayoría de la población; esta realidad está haciendo crisis y es menester tomarla muy en cuenta e invertir esfuerzos para dar un golpe de timón, cambiando el rumbo de la economía. En esta perspectiva estamos los sindicalistas y pedimos sensibilidad hacia tal problemática y voluntad política para darle solución.
            Desde aquí deseamos reiterar nuestra solidaridad con el movimiento que vienen protagonizando los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, por la satisfacción plena de sus demandas.

A T E N T A M E N T E
Unidos Venceremos
México DF a 8 de octubre de 2014
Consejo General de Huelga del STUNAM

Responsables de la publicación: Agustín Rodríguez Fuentes y Alberto Pulido Aranda, secretarios General y de Prensa y Propaganda del STUNAM, respectivamente.