martes, 22 de noviembre de 2011

Instantes Políticos UNIÓN 958

Alberto Pulido A.
Una buena y una mala para el PRD

Nos ha quedado claro que el Partido de la Revolución Democrática ha recibido arteros golpes electorales en varios estados de la República, donde por años gobernó y la izquierda históricamente tuvo mucha presencia; el último de éstos y muy doloroso fue el caso Michoacán, ya comentado en muchos medios electrónicos e impresos; estado que vivió tres gobiernos perredistas, dos de estos arropados por lo queda de una política cardenista que se arropó en todo momento en los dictados históricos que dejó  el “Tata Lázaro”.
     La narrada en el párrafo anterior, en verdad sí que es una muy mala noticia para el perredismo; pero la buena es que mediante el ejercicio de las encuestas que llevaron a cabo dos compañías encuestadoras, que miden popularidades y mejores posicionamientos, el PRD al interior de sus estructuras, sin jaloneos, sin mañas y de manera unificada, decidió que Andrés Manuel López Obrador ocupe la candidatura a la presidencia de la república por parte de las izquierdas unificadas.
     Al conocerse los resultados de la encuesta Ebrard-López Obrador, de inmediato los encuestadores y encuestólogos profesionales se dieron a la tarea de realizar sus propios ejercicios, arrojando resultados que coinciden, en las respuestas, a la siguiente pregunta simple: ¿de ser hoy las elecciones presidenciales por quién votarías? Y las respuestas han coincidido en colocar a Enrique Peña del PRI en un holgado primer lugar, pero no muy lejos aparece Andrés Manuel López Obrador, en segundo lugar, y con un porcentaje muy pero muy disminuido aparece en tercero el PAN y su precandidata, Josefina Vázquez Mota.
     Parece que los agoreros de la política se quedaron con los dedos enredados en la puerta; aquellos que le apostaron a que se diera la división de la izquierda han fracasado rotundamente. Esta coyuntura está creando un ambiente favorable en la izquierda, que crea condiciones que ayudarán a superar vicios ancestrales cargados desde la fundación del PRD.
     Ahora la izquierda debe discutir con el movimiento social las agendas sociales, como la enarbolada por el STUNAM, a fin de enriquecer las propuestas de gobierno que deberá enarbolar en las elecciones federales del 2011. Entonces, bienvenida sea la unidad lograda en el PRD, que se logrará, traducir como en el 2006 se dio, en un movimiento que le ganó la elección de Felipe Calderón y que mediante triquiñuelas legales pudieron, de un día para otro, revertir los resultados electorales mediante trampas cocinadas desde los órganos electorales.
      Vaya que ésta si es una buena noticia para México y para la vida de nuestra democracia.
  

Feminalia UNIÓN 958

Aceptan “errores” en los feminicidios.
En medio de reclamos por feminicidios, el Gobierno federal pidió “perdón” por omisiones y actos de negligencia en las investigaciones de los crímenes de tres jóvenes registrados hace casi 10 años en el llamado "campo algodonero" de Ciudad Juárez.
     En el lugar donde se hallaron ocho cadáveres en el año 2001, en el cruce de las avenidas Paseo de la Victoria y Ejército Nacional, autoridades de los tres niveles encabezaron el acto de reconocimiento de
responsabilidad internacional y develaron el monumento en memoria de las
víctimas.                                                                                           
     "Reconocemos la responsabilidad por todos esos actos y omisiones que nunca debieron tener lugar porque fueron actos de violencia, discriminación e irresponsabilidad del Estado mexicano en su conjunto, cuya consecuencia fue la pérdida de vidas humanas y devastación de familias enteras", dijo Felipe Zamora Castro, subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.    
     "Por ello pedimos perdón. Tenemos obligación de investigar estos delitos y no nos referimos sólo a los homicidios, sino también a las inconsistencias, errores y actos de negligencia cometidos por los servidores públicos a cargo de las investigaciones", agregó el funcionario mientras familiares de víctimas gritaban a lo lejos "¡justicia!", "¡justicia!" 
     El acto público forma parte del cumplimiento a la sentencia que emitió la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en 2009 en contra del Estado mexicano en el caso denominado "Campo algodonero". La Corte encontró culpable a México por la falta de medidas para proteger a Laura Berenice Ramos, Claudia Ivette González y Esmeralda Herrera Monreal, cuyos cuerpos fueron los únicos que se pudieron identificar de entre los ocho cadáveres localizados entre el 6 y 7 de noviembre de 2001.                                                                                 
     Las señoras Benita Monárrez, Josefina González e Irma Monreal, quienes promovieron la denuncia ante la Corte IDH por los homicidios de sus respectivas hijas, no asistieron a la ceremonia por considerar que no se cumplieron sus demandas. Sin embargo, al evento acudieron familiares de otras jóvenes desaparecidas, quienes en ocasiones llegaron a interrumpir los discursos de los funcionarios, entre ellos la Secretaria de Gobierno, Graciela Ortiz González, quien acudió en representación del Gobernador de Chihuahua, César Duarte; y Héctor Arcelús, Secretario del Ayuntamiento.                              
      "No queremos mausoleos. Queremos líneas de investigación para saber dónde están nuestras hijas y quién las mató", externó José Luis Castillo, padre de Esmeralda Castillo, quien desapareció en mayo de 2009. Ante los reclamos de justicia, Ortiz González expresó que las autoridades están conscientes de que ninguna explicación será suficiente y, por ello, más allá de los discursos y quejas –dijo– es necesario el esfuerzo conjunto sociedad y gobierno.
     Sin embargo los padres y madres de las jóvenes desaparecidas reclamaron: "¿Cómo puede ser posible que en la Fiscalía ni siquiera haya internet, ni siquiera haya líneas de investigación, tenemos 14 agentes para investigar, cuando tenemos 158 niñas perdidas. De 14 agentes, cuatro están incapacitados. ¿Por qué este circo de venir a inaugurar un mausoleo? ¿De qué se trata? ¿Cada que encuentren un grupo de niñas muertas le van a hacer una placa?", reclamaron.
     Arcelús les indicó que el crimen de una mujer duele a todos y que estaban ahí por la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La respuesta no se hizo esperar:   "Usted me está diciendo una Corte Interamericana. ¿Tuvo que intervenir una Corte Interamericana para que tomaran cartas en el asunto, señor?"
"Como dicen mis compañeras: 'vivas se las llevaron, vivas las queremos'", agregaron.                                     
     Y yo lo refrendo: Vivas se las llevaron, vivas las queremos.

Las mujeres de la Revolución Mexicana

Ma. de Lourdes Rosas Martínez

En estos días  en que se conmemora  el “Aniversario de la Revolución Mexicana”, en una visita al Monumento y al museo mismo, me encontré de pronto ante las fotografías históricas de hombres y mujeres que lucharon por sus ideales. Pero resulta sensiblemente conmovedor ver en retrospectiva la participación de la mujer revolucionaria como un sujeto  activo en la historia, la cual con su lucha conquistó los derechos políticos para la mujer en la Constitución Política Mexicana.

 Observar en esas imágenes a las mujeres de la Revolución Mexicana, percibir su inteligencia, valentía, decisión, lucha constante, la herencia que nos han dejado, ejemplo de  trascendencia, reconocerlas y admirarlas no es suficiente; existe una deuda histórica  que nos obliga con las mujeres del ayer, a honrarlas con actitudes y decisiones  congruentes;  cada día,  todos los días  las mujeres de hoy no hemos terminado de escribir la historia.
     La presencia de la mujer en la Revolución Mexicana de 1910 fue mucho más relevante de lo que se reconoce. En los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SDN) hay registradas unas dos mil participantes en acciones militares durante el periodo armado de 1910-1920, pero se estima que debieron estar involucradas muchas más.
     Esto se deduce del número total de población femenina en 1910 (7.5 millones), de la posición importante de las más conocidas y de la emergencia de un fuerte movimiento feminista nacional en 1916 y 1917.Las mujeres revolucionarias de 1910-1920 actuaron en todos los frentes, unas como guerrilleras, políticas, soldadas y divulgadoras ideológicas; otras como espías y correos, muchas otras como cocineras e incluso como prostitutas. La mayoría nació entre 1870 y 1880.

     Se incorporaron al movimiento revolucionario cuando tenían un promedio de 30 años y murieron en la segunda mitad del siglo XX, la mayoría a edad muy avanzada.
     Con anterioridad al movimiento revolucionario, el activismo femenil en México lo contemplamos  en 1880 con Laureana Wright y su periódico Violetas del Anáhuac, y las actividades liberales contra la reelección de principios del siglo XX.
     Otras más son Andrea Villarreal de Lampazos, en Nuevo León, hermana de Antonio Villarreal y sobrina de Pablo González; a Juana Belén Gutiérrez, Dolores Jiménez y Muro, y a Elisa Acuña Mazetti.
     Estas precursoras de la Revolución Mexicana confluyeron en el antirreleccionismo con los hermanos Flores Magón, pero cuando Ricardo se radicalizó en el anarquismo (1908) rompieron con él y vertieron sus esfuerzos hacia Francisco I. Madero.
     En el periodo previo al movimiento armado de 1910 surgieron numerosos clubes y partidos políticos, en los que participaron muchas mujeres en carácter de promotoras y activistas, resaltando en particular las maestras normalistas.
     La campaña presidencial de Madero contó con una amplia presencia de mujeres, entre ellas su propia esposa Sara Pérez (Sarape) y María Arias (María Pistolas), quien fue apodada así porque en 1914 el general Álvaro Obregón le regaló un arma por haber cuidado la tumba de Madero.

En el movimiento constitucionalista de Venustiano Carranza destacó Hermila Galindo, quien planteó la liberación sexual y promovió que el derecho del voto a la mujer se incorporara a la Constitución de 1917. En el frente zapatista resaltó la coronela Amelia Robles, quien tuvo que vestirse de hombre y cambiar su nombre a "Amelio" para acceder a una pensión militar en los años 30. Era nativa de Guerrero y murió a los 95 años.
     Entre los villistas, la mujer no fue bien vista pero era tolerada como "soldadera", con eventuales funciones militares.
      Cada una de estas mujeres y muchas más nos darían para escribir y conocer profundamente sobre su vida y su desenvolvimiento en el movimiento armado y aunque la existencia de figuras legendarias como La Adelita y Valentina tal vez sólo sean leyendas; cuántas sin nombre no fueron parte determinante en aquellos momentos.
     Uno de los hechos políticos más importantes de la participación de la mujer en la Revolución Mexicana fue la celebración de dos congresos feministas en 1916, en Yucatán, organizados por el general Salvador Alvarado, gobernador militar en el Sureste.
     Por lo tanto, nos corresponde defender las conquistas alcanzadas. Vaya un homenaje por todas esas mujeres, celebremos recordándolas y honrándolas siguiendo su ejemplo de lucha, tenacidad y valentía. La mujer de hoy enfrenta aún muchos retos y en sus hombros sigue la gran responsabilidad de ayer, hoy y siempre de luchar por cada uno de sus ideales en búsqueda de un México mejor.

EDITORIAL UNIÓN 958

Se enseñorea la violencia en la Universidad
La violencia enrarece el ambiente de la comunidad universitaria. En días recientes, fue asesinado el doctor Ernesto Méndez Salinas, destacado investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, sito en Cuernavaca, Morelos. Fue ultimado de varios disparos por un comando de sicarios, que lo remataron con dos tiros más.
Se suma lo anterior al asesinato de un miembro del sector estudiantil, que con especial saña fue asesinado con 16 disparos. Era un tesista de la Facultad de Filosofía y Letras y activista de la Asamblea Estudiantil Interfacultades.
Estos crímenes lastiman y enlutan no sólo a la comunidad universitaria sino a la sociedad en su conjunto, y se suman a la ola de agresión que se viene dando en las universidades del país, es decir, en las instituciones del ámbito público.
El nombre de la nueva víctima es Carlos Sinuhé Cuevas Mejía, esperamos que no un sea un número más en las estadísticas y que verdaderamente se realice una investigación real y se le dé seguimiento sin chivos expiatorios.
Hace cuatro meses fue asesinada y desmembrada la también investigadora Yadira Dávila Martínez, integrante del Centro de Investigaciones Genómicas de la UNAM.
Con la guerra al crimen organizado, según la entiende el gobierno, se ha disparado una marejada de violencia para todo el mundo y la policía aparentemente no hace nada a pesar de las múltiples denuncias e investigaciones previas que se han levantado.
Esta situación hace que se continúe deteriorando el tejido social del país, mientras el gobierno federal se empeña en continuar y acentuar la misma estrategia que ha causado muchas miles de muertes, a fin de pretender revertir su mala imagen ante el pueblo de México y a nivel internacional.
El STUNAM levanta la voz de manera enérgica junto a estudiantes y académicos para demandar que se detenga esta situación que afecta a toda la comunidad. Resulta curioso que siempre que hay procesos de cambio de autoridades o reelección brotan estas situaciones, cuyo objetivo parece ser causar inquietud e inseguridad en la coyuntura electoral.
Vaya nuestra solidaridad con los familiares y amigos de las víctimas, y especialmente con los sectores estudiantil y académico que han sufrido estas agresiones mortales.