Antonio Muñoz M.
La convocatoria hecha por el poeta Javier Sicilia a la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad, el jueves 5 de mayo, tuvo eco en miles de personas que se unieron al recorrido emprendido desde la capital morelense hasta la Ciudad de México.
El antecedente de este movimiento, que ha sacudido la conciencia de un buen número de mexicanos, se da el 28 de marzo, en Temixco, Morelos, donde encontraron una camioneta con siete cadáveres que mostraban huellas de tortura y asfixia. Entre ellos, Juan Francisco Sicilia, hijo del escritor y poeta Javier Sicilia, el cual no se encontraba en México cuando ocurrieron los hechos.
Ya en el país, Javier Sicilia se expresó claro y directo sobre la situación de inseguridad que priva en el país y la exigencia de poner un alto a la violencia e impunidad y por no más sangre. En las redes sociales sus palabras tocaron la conciencia de más de 800 intelectuales, quienes firmaron un manifiesto de apoyo que fue asumido por miles de mexicanos que se organizan frente a esa barbarie.
La llegada a Ciudad Universitaria de la marcha silenciosa fue por demás un acto cálido y de mucha solidaridad. Trabajadores, estudiantes y funcionarios se desplegaron formando un corredor que consideró la explanada de rectoría, las islas y el frontón cerrado.
En la Torre II de Humanidades, un templete fue el escenario para que la Orquesta de la Escuela Nacional de Música de la UNAM interpretara el Réquiem de Mozart.
Javier Sicilia, breve, agradeció la hospitalidad y señaló que la marcha de tres días en silencio, los trajo conversando entre ellos. Agradeció a la máxima casa de estudios, a los estudiantes y recordó que ésta fue su escuela, fue su alma, aquí se formó: “me da mucho gusto estar aquí”. Agradeció a Sealtiel Alatriste, escritor, a Hugo Gutiérrez Vega, uno de los grandes poetas de esta nación, al padre Miguel Concha, un gran cristiano y defensor de los derechos humanos más dignos.
Los padres de la desaparecida Adriana Morlet, alumna de la Facultad de Arquitectura, expresaron que un día como hoy, hace ocho meses, su hija desapareció; vino a sacar un libro a la biblioteca y no volvieron a saber de ella. Desde que su hija desapareció, él y su esposa sufren una puñalada en el corazón. No se han repuesto.
Luego de haber pernotado en el Frontón Cerrado, la marcha se trasladó frente a Rectoría, de donde partió rumbo a la plancha del Zócalo hacia las 9:00 de la mañana. Durante el recorrido un número importante de gente se integró. Pero en Eje Central, por donde avanzaban, miles de manifestantes se sumaron a la convocatoria ciudadana. Luego de casi ocho horas de recorrido la caravana nacional por la paz entró a la plancha del Zócalo.
Entre las declaraciones que se mencionaron en el Zócalo se convocó a un pacto nacional que considera, entre otros señalamientos, acabar con la estrategia militar de Felipe Calderón para enfrentar al crimen organizado; acabar con la impunidad mediante reformas a las instituciones de procuración y administración de justicia; esclarecer los casos que han conmovido a la sociedad; combatir la corrupción de las instituciones que ha favorecido la situación de violencia que enfrenta el país.
Javier Sicilia estimó que los partidos, gobernantes, jerarcas religiosos, poderes fácticos, han permitido el crecimiento de una situación intolerable que ha dejado miles de muertos inocentes. Insistió en que la marcha por la Paz con Justicia y Dignidad se hizo en silencio, porque el dolor y la indignación son tan grandes que ya no hay palabras para describirlos.
Auguró que si no se da una limpieza en los partidos políticos de sus miembros que estén coludidos con el crimen organizado, los ciudadanos tendremos que preguntarnos por qué cartel o por qué poder fáctico tendremos que votar en el 2012. Cuestionó por qué se ha permitido que en las carreteras de Tamaulipas o de Durango se asesine a los migrantes. Exigió también que Estados Unidos asuma su parte, porque en la lógica actual tienen una perversa ganancia mediante las ganancias que le dejan el lavado de dinero o el tráfico armamentista, mientras mantiene elevados niveles de consumo de droga en ese país.
Asimismo, cuestionó la pretensión del Congreso de la Unión de pretender aprobar una Ley de Seguridad Nacional cuyo único enfoque es militarista. Por todo ello, el pacto promovido se planteó, entre otros aspectos, una política social que favorezca el crecimiento de las oportunidades de estudio y trabajo para los jóvenes.
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