jueves, 13 de marzo de 2014

Los vigilantes del Palacio de la Escuela de Medicina

J. Antonio Muñoz M., texto y fotos.-El Palacio de la Escuela de Medicina, perteneciente a la Facultad de Medicina, UNAM, se ubica en la Plaza de Santo Domingo (lugar que, según la historia, fue escenario de barbarie al quemar a las personas acusadas de blasfemos, de atentar contra la religión católica o de tener contacto con el diablo)  de la ciudad de México, frente a la  iglesia también de Santo Domingo. Es uno de los más notables ejemplos de la arquitectura virreinal novohispana de la primera mitad del siglo XVIII [1732-1736]. Fue construido bajo la tutela del renombrado e innovador arquitecto y Maestro Mayor del Santo Oficio [1695] y de la Catedral Metropolitana [1720], Pedro de Arrieta.
El Palacio de la Escuela de Medicinaes una institución de carácter público. Preserva y difunde el conocimiento de la historia de la medicina mexicana, así como su pasado como antigua sede del Tribunal del Santo Oficio en la Nueva España. 

Aldo E. García Calderón y Ernesto Dávila
Actualmente alberga alrededor de 26 salas; la mayoría de ellas tiene que ver con la historia de la medicina. Al llegar a la entrada me encuentro a Aldo Emmanuel García Calderón, a Ernesto Dávila y Rocío Salas, quienes amablemente escuchan la propuesta de entrevista y para no desatender la labor de vigilancia deciden que Aldo Emmanuel realice la entrevista. Aldo nos comenta que decidió cambiarse de FES Iztacala en una permuta por la lejanía de esa dependencia y no le permitía continuar con sus estudios.
     Por horario y logística, el Palacio de la Escuela de Medicina le facilita acudir  a la Universidad, donde actualmente estudia administración pública. Respecto a la compaginación de la escuela con el trabajo señala que el horario que tiene como vigilante es nocturno y eso le permite por las mañanas aprovechar el tiempo en estudio y por la tarde acudir a la escuela.
Sobre su actividad en el trabajo indica que ingresa  a las 9 de la noche;  en un primer momento, recibe el turno que le entregan los vigilantes de la tarde e inmediatamente después realiza, con los otros vigilantes, un recorrido por el edificio para ver que todas las puertas estén cerradas,  las salas del museo tengan las ventanas y puertas cerradas y la exposición  sobre la inquisición, la cual, nos comenta, muestra algunos instrumentos de tortura que fueron utilizados para “obtener la verdad”.
Nos expresa, que sus compañeros salen de trabajar  a las 21: 30 horas, los del turno dela tarde. Al  día siguiente él hace entrega del edificio a los vigilantes del turno matutino.En breve recorrido que realizamos por  dos salas pudimos ver lo referente “El Misterio de la vida”, que contiene una Sala de Embriología; en ella se exhiben embriones y fetos, los cuales muestran el proceso del tiempo, esto es, desde que  se forma el feto en el útero materno y hasta que desarrolla todo el cuerpo, es decir hasta los nueve meses.
En la Sala de Herbolaria se exhiben plantas medicinales provenientes de diferentes zonas del país. La herbolaria, entendida como la “botánica aplicada a la medicina”, es parte además de nuestro acervo cultural, que se acompaña con la experiencia y algunos cientos de años en la aplicación y búsqueda de curación para ciertos males
Continuando con su experiencia en el lugar de trabajo, Aldo Emmanuel  expone que el Palacio de la Escuela de Medicina es un edificio viejo y por su uso está cargado de historia. Nos comenta sobre las experiencias que ha vivido en ese lugar; algunas noches él ha escuchado ruidos, pero a esos fenómenos trata de darles una explicación racional.
Algunos de sus compañeros le han comentado que han visto  a una persona caminar por las noches,  mencionan también ruidos que se escuchan. Una de las anécdotas que muestra entusiasmo al comentarla se refiere al  piano localizado en el vestíbulo, donde ha sido testigo  y otros compañeros vigilantes también lo han escuchado, cómo es tocado; lo inexplicable es que hasta funda tiene y se escucha que lo tocan, aunque sin ninguna melodía definida. La explicación que dan quienes han escuchado es que puede ser algún gato que ronde por este lugar.
Otra de sus anécdotas de Aldo Emmanuel  es la de un 2 de noviembre, “día de muertos”, que por circunstancias del destino le tocó quedarse solo a cuidar el edificio y ya muy entrada la noche  escuchaba  ruido en vidrios y puertas; señala, que sintió un poco de miedo, aunque comprendió que todo era mental.
Entre las actividades principales de sus compañeros  vigilantes está el control de acceso de visitantes que presenten credencial oficial  y observar que no haya desmanes al interior del edificio; llevar un control de quienes ingresan para, si se da algún problema, saber quién ingresó. Dijo que la gran mayoría de las personas que visitan el lugar tienen un gran sentido de respeto, aunque,  cuando llegan grupos de estudiantes de nivel medio superior se refuerza la vigilancia, pues en ocasiones rayan los baños pero se les ha llamado la atención.


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