jueves, 2 de junio de 2011

Aquí no es la UNAM…. aquí es Morelia

En pasados días, cierto jefe mantenimiento de base da órdenes para ejecutar una orden de servicios para cargar un contenedor de agua a un compañero jardinero de base; al decirle que no puede apoyarlo, ya que está en espera de un investigador para realizar labores en el jardín botánico, el jefe simplemente procede a levantarle un acta administrativa en el área jurídica del campus.
     ¿Acaso no  trabajamos en la máxima casa de estudios, donde hay democracia, pluralidad y respeto por tus compañeros? Aquí pasamos gran parte de nuestra vida ejecutando nuestras obligaciones con el mayor respeto posible. Venimos a trabajar, no a caerle bien a la gente, ni estamos en un concurso a la mejor sonrisa.
     AQUÍ NO ES LA UNAM, AQUÍ ES MORELIA, es un dicho muy sonado en este campus por las autoridades que lo manejan y lo vivimos en el día a día. Aparte de que se tiene que lidiar con las autoridades, ahora tenemos que estar cuidándonos y defendiéndonos de nuestros mismos compañeros, ya que son los primeros que nos denuncian, sólo porque tienen un nombramiento superior al de nosotros nos ponen el pie y agreden verbalmente; o porque, según ellos, son mejores trabajadores, sin darse cuenta que la grandeza de los hombres no está en lo que poseas sino en lo que sepas conservar a tu lado.
     Por ser foráneos, nos falta el apoyo de nuestro sindicato; las distancias pesan y hay tantas injusticias que desearíamos tener el poder de resolverlas en el instante, pero aquí pasan meses, años, y seguimos en las mismas.
     Un ejemplo: sabido es del convenio de calidad y eficiencia, en el cual a partir de 1998 a todo el personal que incurra en faltas automáticamente  se les calificaría con la letra A. Aquí, por órdenes del coordinador y del abogado jurídico, que en ese momento era del comité del campus, este convenio no es válido para ellos; por lo tanto, no somos acreedores a esa calificación desde ese año… Al día de hoy aún no se califica el periodo de enero-abril de este año. Se supone que tenemos tiempos establecidos para todo este proceso y entonces sólo me resta insistir: AQUÍ, AQUÍ NO ES LA UNAM… AQUÍ ES MORELIA.
     Este campus solicita y pide a gritos apoyo para parar este tipo de atrocidades, necesitamos más presencia de nuestros dirigentes, pero no cada mes ni cuando los invitemos, necesitamos que estén en los procesos para que defiendan nuestros derechos; los necesitamos de manera pronta y expedita. Basta de las prepotencias por parte del coordinador y de toda su comitiva. Aquí, por ser foráneos, no nos han enseñado a valorar los estatutos y nuestro contrato colectivo de trabajo; aquí, el derecho se convierte en un favor por parte del coordinador.
     Al personal de este campus hay que hacerlo consciente que hubo gente atrás que se partió el lomo para construir este sindicato y que se sientan parte de esta institución. Pero, bueno, AQUÍ NO ES LA UNAM…. AQUÍ ES MORELIA.
HARU

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