miércoles, 3 de abril de 2013

DESPLEGADO

Frente Amplio Social – PRONUNCIAMIENTO
Por una Política de Estado para la Democracia
y el Desarrollo de México

El Frente Amplio Social (FAS) considera que nuestro país se encuentra en un momento clave para la redefinición de la política que ha caracterizado al Estado mexicano. El alarmante incremento del empleo precario e informal, la supresión o reducción de diversos derechos sociales y el marcado deterioro de la vida democrática nos imponen la necesidad de actuar de inmediato para evitar que estos y otros problemas se agudicen como consecuencia de la aplicación de la reforma laboral neoliberal y de la continuidad del modelo de desarrollo excluyente. En este punto debemos aclarar, una vez más, que no es la supuesta rigidez de las leyes del trabajo, como pretenden los empresarios, sino la falta de mercado interno y de inversiones públicas y privadas lo que inhibe la generación de empleos así como el avance económico, político y social de nuestro país.
     Dentro de esta lógica resulta indispensable erradicar el sistema laboral corporativo que privilegia la intromisión de los patrones y de las autoridades en la vida sindical, que antepone el control político por sobre los derechos humanos y laborales, que privilegia la concentración del ingreso y la riqueza por encima de los salarios y los empleos dignos, que desvaloriza al trabajo y a los trabajadores y que propicia fenómenos de corrupción.
     Para el Frente Amplio Social (FAS), la democratización sindical debe ser obra de los trabajadores mismos. Para ello, el único camino válido es eliminar la injerencia de patrones y gobierno en la vida interna de los sindicatos, combatir la corrupción en todas las instancias de gobierno, particularmente las que se encargan de las políticas laborales, y retomar el debate en el Legislativo acerca de temas como la transparencia, la rendición de cuentas y el ejercicio pleno de la libertad sindical y la contratación colectiva, aspectos que, no está de más recordarlo, fueron excluidos en el dictamen final de la contrarreforma laboral recientemente aprobada.
     Si no se genera un avance real en la ruta de erradicar el sistema de control corporativo de Estado, las organizaciones sociales asumiremos que la detención de Elba Esther Gordillo Morales representa, tan sólo, un ajuste de cuentas para imponer la disciplina y el cierre de filas entre los factores de poder, además de enviar un claro mensaje de advertencia a todos aquellos que nos hemos opuesto a los proyectos gubernamentales anti-populares neoliberales, como la contrarreforma laboral, la reforma educativa neoliberal, la generalización e incremento del IVA o la privatización del sector energético.
     Las organizaciones y ciudadanos afiliados al Frente Amplio Social (FAS) no avalamos ni justificamos los actos de corrupción de funcionarios públicos, empresarios y líderes sociales, exigimos que estas conductas se castiguen con todo rigor en todos los ámbitos de la vida nacional sin importar jerarquías ni filiaciones políticas; pero, debemos señalar que se ha vuelto un lugar común, tanto en el discurso oficial como en los medios de comunicación que moldean y manipulan a la opinión pública, culpar a los trabajadores y a los sindicatos de las deficiencias y de los fracasos de las empresas e instituciones en donde operan.
     La realidad es que los trabajadores somos las primeras víctimas de la corrupción y de la mala administración de nuestras fuentes de trabajo cuya causa principal es el sistema de control y de complicidades, que se nos impone desde el poder y que tanto el gobierno como los patrones han utilizado y siguen utilizando a su conveniencia, por la sencilla razón de que forman parte de las estructuras de desigualdad, de concentración del ingreso, de la riqueza y del poder, así como el régimen político autoritario que caracterizan a nuestro país.
     Es por ello que, de cara a los graves problemas que afronta nuestro país, en el contexto de la incertidumbre económica, la ruptura del tejido social, el abandono crónico del campo y la creciente desigualdad, consideramos que construir la gestión gubernamental mediante los golpes de timón, la aplicación selectiva de la ley y la sobrevivencia de un sistema de control corporativo que propicia la subordinación, la simulación, la corrupción y la imposición sobre la sociedad y sus organizaciones, sólo puede conducir a reforzar el autoritarismo y la exclusión que favorecen la permanencia de un modelo de desarrollo asociado con la pobreza, el desempleo y la injusta distribución de la riqueza.
     La ruta que proponemos, en contraste, desde el Frente Amplio Social, es la del establecimiento de un verdadero estado de derecho, la de la democratización de la nación en todos los espacios, incluido el laboral, y la del diálogo social y la inclusión. Procedimientos que han estado ausentes en la conducta de los distintos gobiernos federales. Lo que se ha reflejado en la imposición de reformas que cancelan derechos sociales fundamentales y en la falta de una solución satisfactoria ante los conflictos que involucran a los electricistas del SME, a los mineros y a los compañeros de la UNTyPP, SANDAK, ATENTO, CONTINENTAL, HONDA, Mexicana de Aviación y MOCRI-CNPA-MN entre otros.
     Demandamos, en consecuencia el establecimiento de mecanismos de diálogo y participación que permitan resolver dichos conflictos e ir a fondo en la resolución de los problemas que aquejan a nuestro país. No habrá generación de empleos dignos sino se opera un verdadero cambio estructural en la economía que en vez de abaratar la mano de obra y de acentuar la subordinación ante las políticas de los organismos financieros multilaterales nos permita reactivar el mercado interno y revertir el deterioro del salario y la precarización del empleo. Contamos con propuestas concretas para lograr estos objetivos y para impulsar la edificación de un régimen de democracia participativa en el que la ciudadanía se involucre en la definición de las políticas públicas. Emplazamos al gobierno, a los legisladores y a los partidos políticos a debatir acerca de estos proyectos.    
     Las organizaciones sindicales y en general las organizaciones pertenecientes al FAS reafirmamos nuestra independencia política respecto de los gobiernos de todo signo y afirmamos que somos firmes promotores de la democracia, la transparencia y la rendición de cuentas. Ratificamos asimismo, el compromiso de mantener la lucha para revertir las reformas neoliberales ya aprobadas y evitar que avancen otros proyectos que comprometen la soberanía energética de la nación, atentan contra la economía de la población y cancelan derechos sociales fundamentales. Nuestro país necesita de nuevo Pacto Social que trascienda los acuerdos excluyentes de cúpulas y que se sustente en el diálogo verdadero entre el gobierno y las organizaciones sociales representativas y en una nueva política social que desarrolle las capacidades de las personas y les permita ejercer a plenitud sus derechos sociales de todo tipo sin ataduras clientelares ni corporativas.
     Emplazamos al gobierno, a los legisladores y a los partidos política, a debatir la agenda social que impulsa el FAS
Responsable de la publicación: Eduardo Torres Arroyo

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