lunes, 26 de septiembre de 2011

EDITORIAL UNIÓN 950

La educación: ¿un mecanismo de movilidad social o un
sistema de reproducción de la desigualdad?

Desde el mes de marzo pasado, las movilizaciones y protestas en las calles de Chile por parte de los estudiantes tienen como principal reclamo el que la educación debe de ser gratuita.
Desde que el dictador Augusto Pinochet de facto eliminó la educación superior gratuita en 1981, todas las universidades, tanto públicas como privadas, cobran cuotas.
Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el 22% del financiamiento de la enseñanza básica y media en Chile proviene de las familias, y la financiación privada es de 9%, siendo lo restante aportado por el estado.
En el caso de la educación superior, la inversión privada es del 85.4%.
Para el acceso a la universidad, el 70% de los estudiantes chilenos recurre a un crédito, lo que deja endeudados a miles de jóvenes de clase media y baja al término de sus estudios. Por otro lado según la UNESCO, quienes asisten a la universidad con ayuda de un crédito tardan en promedio 10 años para recuperar la inversión hecha en éstos.
Otro problema en Chile es que muchos universitarios optan por carreras humanísticas que tienen poca salida laboral, o bien, sueldos bajos, permaneciendo endeudados por mayor tiempo.
Por lo que en Chile la educación dejó de ser un mecanismo de movilidad social y pasó a ser lo contrario: un sistema de desigualdad.
Mientras su mandatario, Sebastián Piñera, afirma “nada es gratis en esta vida, alguien tiene que pagar”.
Para los estudiantes la solución es sencilla: la educación debería ser gratuita, así todos tienen el mismo acceso a este derecho básico.
Quedando como reflexión que el secreto para una educación de calidad con inclusión social no es sólo cuánto se gasta en educación, sino principalmente, cómo se lo gasta.
Por lo que el estado debe fortalecer el sistema público de educación y hacerse cargo del financiamiento adecuado, garantizando calidad en la misma.
En nuestro país, el actual gobierno incentiva la educación privada, tratando de copiar el modelo chileno, por ejemplo, con acciones como la deducción de impuestos por el pago de colegiaturas.
Debemos evitar que se genere en nuestro país, una situación como la presente en Chile que es el país con mayor nivel de segregación socioeconómica escolar, lo que se ha visto confirmado en los más de tres meses de protestas protagonizados por estudiantes y profesores de ese país, que exigen un acceso más fácil a la educación de calidad.
Asimismo, debemos impedir cualquier indicio de privatización, en elsector de la educación, para que siga siendo un mecanismo de movilidad social, no solo en nuestro país, sino en el mundo entero.

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