lunes, 26 de septiembre de 2011

Instantes Políticos

Alberto Pulido A.

Al Gobierno Federal no le interesa el futuro de los jóvenes mexicanos

Desde tiempos de Salinas de Gortari, y con mayor insistencia en las presidencias panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, se nos empezó a vender la idea –como una verdadera obra maestra de Merlín, de plano por arte de magia– de que nuestro país de pronto ya  había rebasado las condiciones para dejar atrás su posición dentro de las países, en vías de desarrollo, emergentes o conocidos también como sub desarrollados. Gracias a este invento de los gobiernos del dúo PRI-PAN, hasta se promovió y se consiguió que México ingresara a la OCDE y así poderse codear con las naciones más ricas y poderosas del globo terráqueo.
     Pero la triste realidad que campea en nuestro país nos ha colocado en los últimos lugares de las estadísticas económicas de esa Organización, en casi todos los rubros, empezando por la cantidad de pobres y de desempleados que padecemos. Dentro de este rubro se encuentran nuestras nuevas generaciones, llamadas despectivamente con el calificativo de ninis, y que en realidad deben verse como estratos injustamente desprotegidos y marginados por el sistema económico adoptado por las gobiernos ya citados en el párrafo anterior.
     Nuestra juventud se encuentra sumida en el desempleo y la falta de educación, a tal extremo que dentro de la citada OCDE estamos ocupando los deshonrosos primero y tercer lugares en número de mujeres  y hombres jóvenes que ni estudian ni trabajan. O sea, hablando en buen castellano, los gobiernos federales no le han cumplido a las nuevas generaciones y sí, por el contrario, lejos de desarrollar acciones para superar esas graves anomalías insisten en marginar a esos sectores de la propuesta de presupuesto para 2012, como la presentada en días pasados por el gobierno federal al Poder Legislativo. En ésta se insiste en otorgar pingues incrementos económicos a seguridad nacional y, una vez más, se disminuyen o de plano ni se toman en cuenta rubros que marcan el desarrollo de cualquier país, como sin duda lo son la salud, la educación y el impulso al bienestar de las nuevas generaciones de mexicanos.
     Aunque suene a perogrullada, es menester seguir denunciando las discriminaciones presupuestales que año tras año el gobierno federal aplica a la educación –que cabe enfatizar es un factor básico para alcanzar un verdadero desarrollo económico sustentable– y de manera particular a la pública superior y a la investigación universitaria, a tal grado que muchas universidades, en estos momentos, carecen de recursos suficientes para expandir la educación a sectores más amplios de la población joven.
     Una vez más, desde el Poder Legislativo se le debe corregir la plana al gobierno federal y acordar el canalizar más recursos económicos a la educación y de manera particular a la UNAM, institución que es la “conciencia crítica de la sociedad” hacia las tareas mal hechas por el gobierno Federal; a lo mejor, por ser así la Máxima Casa de Estudios ha sido sujeta de discriminaciones por los gobiernos panistas. Seguiremos insistiendo en este asunto y de manera clara lo hemos hechos en días pasados a través del periódico La Jornada:
     “En los momentos en que se discute el presupuesto federal, el STUNAM reitera una vez más su exigencia para que se le dote de los recursos económicos suficientes a la educación pública y de manera particular a la pública superior y a la UNAM.  El incremento a los subsidios destinados a la educación pública, es uno de los antídotos esenciales para combatir la violencia que hoy asola a nuestra nación e impulsar la preparación de millones de jóvenes, que debido a la crisis económica que hoy golpea a México, ni estudian ni trabajan por falta de oportunidades.”

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