Una muerte silenciosa

Adriana Jiménez Real.-  

Mundialmente, todo el mes de octubre y en específico el día 19 se celebra la lucha en contra del cáncer de mama; el listón rosa representa esta lucha y es muy importante aportar nuestro granito de arena para difundir lo grave que es ignorar los síntomas y consecuencias de esta enfermedad.

     El cáncer de mama se manifiesta con el crecimiento maligno del tejido mamario, es un crecimiento anormal y desordenado de las células en el tejido de la mama por una serie de glándulas que producen leche tras el parto. Se puede  extender principalmente a los ganglios linfáticos.

     Es raro que se presente en hombres, pero se da,  y en mujeres por debajo de los 30 años. Con mayor incidencia, este cáncer se presenta entre mujeres de 45 y 65 años. Cabe mencionar que aumenta después de la menopausia.

     Las causas son desconocidas, pero se puede decir que algunos factores de riesgo son: el hereditario, el tabaquismo y la obesidad, entre otros.

     De los síntomas más reconocidos tenemos: asintomático al principio; retracción del pezón; bultos en mamas o axilas; bolitas en busto; coloración diferente en el pecho;  tener una temperatura más caliente en una zona del pecho.

     En México, desde 2006 el cáncer de mama es la primera causa de muerte oncológica en mujeres en edad reproductiva, según establece el Subdirector de Extensión y Desarrollo Académico del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), doctor Rodolfo Méndez.

     Los datos actuales en México son realmente alarmantes; como decíamos, sigue siendo la primera causa oncológica de muerte en las mujeres. Cada dos horas, el cáncer de mama cobra una vida en nuestro país. En el año de 2010 murieron en México 5,013 mujeres por esta causa, y el 60% de éstas llegaron en etapas avanzadas y, lo que es peor, casi en etapa terminal (datos de SIMAC).

     Es necesario reforzar y triplicar en México los esfuerzos por difundir una campaña a fondo por la lucha en contra del cáncer de mama; las estadísticas nos dicen que aún no estamos haciendo lo suficiente para enfrentar esta enfermedad. La política pública de  salud y la económica que retoma este problema no están funcionando desde una etapa preventiva y diagnóstica. Esto tiene mucho que ver con la educación, la cultura, la asistencia médica, los recursos médicos asistenciales que se ofrecen en nuestro país.

     Ojala y por ser octubre se evalúe el programa en los niveles federal, estatal, municipal e institucional, para asumir las decisiones necesarias para abatir el cáncer de mama. Las mexicanas nos lo merecemos: ¡tener una vida digna!